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sábado, 23 de abril de 2011

¿Cómo se hizo famoso Salicornio?

Existió hace varios años una planta con pinchos que estaba todo el día al sol del desierto del colorado en el norte de América.
La falta de agua y el insoportable calor que azotaba segundo tras segundo la planta causaron su muerte. De ella sólo quedó el esqueleto, que decidió emprender un viaje en busca de nuevas amistades y aventuras.
Salicornio (el esqueleto de la planta) comenzó su viaje y justo al comienzo encontró unos cuantos salicornios como él, les pregunto si querían formar parte de la aventura y todos aceptaron con una sonrisa en el tallo. Así Salicornio se hizo más grande y continuó su viaje. tras unos días deambulando sin rumbo llegó por fin a un pequeño pueblo de madera, donde unas personas muy raras vestían y andaban con las patas muy abiertas, algunos de ellos iban montados a caballo y otros no paraban de beber alcohol y dispararse con revólveres chillando ayyyayyyayyyy!!!! 
Ante tal escena Salicornio se acercó para conocer un poco más esa cultura y preguntó a un hombre con una estrella en el pecho y un sombrero:

- Perdona, ¿Por qué hacéis esto? 

El hombre contestó:
- Somos cowboys, y estamos rodando una película, ¿Te gustaría formar parte de ella como figurante?

Sin duda Salicornio estaba dispuesto a vivir todas las aventuras que pudiese y aceptó la propuesta.
Su tarea era sencilla, en una escena en la que los protagonistas estaban a punto de dispararse entre ellos debía cruzar por detrás como llevado por una ráfaga de aire. 

Al parecer el resultado fue abrumador, a todos le encanto la colaboración de Salicornio. Todas las productoras de televisión llamaron a Salicornio para ofrecerle trabajos semejantes a los que él accedió sin dudar. Con el paso del tiempo el esqueleto de planta que podía haber fracasado era rico, podía hacer lo que le viniese en gana. tenía una mansión a su disposición y varios helicópteros.

Pero un día, dejaron de llamar. Las películas del oeste ya no se llevaban, los tiempos habían cambiado, y todo lo que tenía se le esfumó cómo el tiempo. Salicornio no sabía que hacer, sólo lloraba y lloraba, hasta que un día pensó en el principio, cuando partió del desierto sin nada.... era feliz. Su felicidad fue disminuyendo cuanto más dinero tenía, cuanta más fama conseguía. Se dió cuenta que hacer cosas excitantes y conocer nuevas amistades le satisfacía más que las cosas materiales. Así decidió emprender un nuevo viaje hacia ninguna parte, buscando nada.

lunes, 4 de abril de 2011

Cuento para estudiantes

Debajo de la cama de Dani, estudiante universitario, vivía una simpática pelusilla.
La pelusilla siempre hablaba con Dani, le contaba cómo había ido el colegio, cómo había ido con sus compañeras pelusas de clase... Consiguieron hacerse muy amigos, Dani también le contaba las cosas que tenía que estudiar y las relaciones con sus compañeros y compañeras.

Un día, la pelusa empezó a chillar, Dani corrió raudo hasta llegar a su cama, cuando echó un vistazo a lo que había abajo se dio cuenta de lo que pasaba. La pelusa era tan grande que se había dado un golpe en la cabeza, ya no cabía plantada en el hueco de bajo de la cama.

Para solucionar esto, Dani decidió ponerla en el armario del pasillo, que no tenía uso alguno. allí la pelusa se encontraba estupendamente, había espacio de sobra. 

Pero la pelusilla siguió creciendo, pasó al instituto y cada día se hacía más grande. Un día la pelusilla volvió del instituto cabreada, porque su profesor pelusa le había regañado por llegar tarde. Se dirigió con aire despreocupado hacia el armario y cuando fue a entrar, ya no cabía por la puerta. 

- Dani!!- Chilló cual gato al que le han pisado la cola. - Búscame un nuevo hogar, aquí no voy a poder vivir nunca más.

Dani, se llevaba demasiado bien con pelusa como para no hacerle caso, y le buscó un hueco en la entrada, de nuevo pelusilla volvía a estar en un lugar confortable. 

Cada día, pelusa se hacía más y más grande, y cada día se hacía más quejica, llegó un momento en que sólo se dirigía a gritos hacia Dani, exigiendo todo cuanto pedía y contestando con insultos. Dani cada vez aguantaba menos.

La pelusa se hizo tan grande que Dani tubo transportarla al pasillo, y más tarde a la terraza. Y a su vez, se hizo más desagradable, la convivencia con ella era básicamente imposible, hasta que un día, Dani estaba tan harto que limpió.