Existió una niña capaz de mover objetos con la mente, vivía en
una zapatería familiar, junto con sus padres. Solía jugar moviendo las
zapatillas de forma que pareciese que andasen solas, o que bailasen, o que
escalasen la pared.
Un día un señor mayor de bigote entró a la zapatería de
noche, raptó a la niña y se la llevó a un palacio.
-
¡Serás mi sirvienta, con tus poderes me
obedecerás y traerás todo lo que te diga! – Dijo el señor de bigote.
La niña, presa del pánico movió los zapatos del hombre haciéndole
retroceder de nuevo a la tienda, donde ella le atizó con una bota y él cayó
redondo al suelo.
Este hecho hizo plantearse a los padres de la niña que
quizás más gente iría a raptarla para lucrarse de sus poderes, y desde ese día
mantuvieron a la niña encerrada.
Todo el mundo se olvidó de su existencia y ella, cada vez se
volvió más gris.
Cuando se hizo mayor, su corazón ya era negro como el carbón
y en un arrebato de ira mató a sus dos padres haciéndoles pagar por su
aislamiento. Ella se marchó lejos y nada más se supo sobre su existencia. Pero cuentan las leyendas que con sus poderes
nos mueve las zapatillas de estar por casa mientras dormimos y por eso a veces
las encontramos donde no las dejamos.