lovely

lovely

martes, 29 de noviembre de 2011

Una pequeña historia de la memoria

¿Alguna vez has comenzado a dejar de pensar en una persona?, ¿Alguna vez has dejado de pensar en ella hasta conseguir el absoluto olvido en tu memoria?, ¿Has llegado alguna vez a eliminar de tu mente su completa existencia?.
Y, de repente, un día que piensas en otra cosa totalmente diferente, en algo recurrente dentro de tus pensamientos, esa persona vuelve a tu cabeza con total vividez, como si fuese ayer cuando la viste por última vez, recuerdas su voz, recuerdas su cara, su cuerpo, su ropa, su olor, sus gestos. Recuerdas absolutamente todo sobre ella. 
Pasas el día sin darle mucha importancia, sólo los recuerdos influyen en ti sacándote  alguna sonrisa por aquellos momentos que habías olvidado y, esa misma tarde, mientras vas camino de casa a un paso rápido pero prudente, levantas la mirada, prestas atención al ambiente que te envuelve, los árboles, las calles, los pájaros, los coches, las personas... ¡Las personas!¡Ella!, la persona que no recordabas hasta apenas 3 horas antes, la misma que te perseguía durante esas 3 horas  en tus pensamientos y que no habías visto en lo que a ti te parecen milenios, está enfrente de ti. 
La saludas, un saludo distante, no la conocías lo suficientemente bien como para pararte y hablar sobre ese tiempo que habéis estado sin veros, de no ser así no habría caído en el oscuro cajón del olvido. Ella te devuelve el saludo, seguís andando cada uno hacia vuestro destino y es en ese momento cuando tu alma entra en pánico, ¿Cómo es posible? ¿Por qué ahora?
Quizás sabías que la encontrarías, quizás sólo se trate de una casualidad, quizás el destino está realmente escrito y sabemos lo que vamos a vivir desde que nacemos, quizás no, quizás tus pensamientos hayan atraído a la otra persona a encontrarse contigo. Es en este tipo de situaciones cuando nos agarramos de nuevo a lo único que nos queda sólido: el oscuro cajón del olvido; olvidamos esa persona, esa situación, esa casualidad. Dejamos que el tiempo actúe con la firmeza que lo hace, vivimos.

5 comentarios:

  1. En esta historia cambio mi forma habitual de redactar, no es por ningún motivo en especial, sólo pruebo cosicas nuevas. Pero para los que piensen que he empeorado tranquilidad muchachos y muchachas, mis cuentos van a seguir igual, esto es un pequeño paréntesis en mi vida jeje.

    ResponderEliminar
  2. Que gran verdad! a veces pasa... cuando sueñas con aguien de quien hace tiempo no sabias nada.. :) Me gusta que innoves... genialidad polifacética ;) jaja

    ResponderEliminar
  3. Me encanta, ayer lei esto y justo hoy me ha comentado una amiga una situación parecida xD

    ResponderEliminar